Volvemos a la rutina.. grandes y pequeños....nuestros sentidos se ven despojados de la brisa marina, los olores a hierba de la montaña, de dormir tarde y despertar con los pájaros piando, desayunos tardíos y días completos sin mirar el reloj. Y con esto, nuestro estado de ánimo se viene abajo, pero oye, no todo son cosas malas, volvemos a reencontrarnos con antiguos amigos, con la posibilidad de hacer nuevos, de aprender cosas nuevas y enseñarles a nuestros conocidos todos los progresos y descubrimientos de este verano. Y por supuesto, nos queda lo mejor, lo que nunca nos podrán quitar, los recuerdos.
Cuando volvemos a la rutina de los más pequeños, siempre surgen las dudas '¿Cómo hacer que el niño se adapte?', el problema es que muchas veces esperamos que el niño/a lo logre a las 2 horas y sin que el adulto coopere. Si cuando dejamos al peque en el centro, nos vamos tristes, preocupados, o 'engañando' al niño/a diciendole que vamos a estar 'ahí' mientras el juega, no lo favorecemos. Preferiblemente el ánimo general de la familia debe ser de alegría y tranquilidad, esta etapa debe ser vivida y asimilada por el niño/a pero las exigencias, compromisos y apoyos deben ser responsabilidad de las familias, maestros.... Es importante que durante este periodo de ansiedad, tanto de adultos como de niños/as, la comunicación familia-escuela fluya aún más, que ambos ámbitos conozcan y empaticen con el sentimiento del otro, para avanzar y crecer juntos consiguiendo así una buena simbiosis.
De seguro el periodo de adaptación NO es:
- No es 'una fase más' y vamos 'a pasarla rápido' es un momento importante, por lo que hay que decidir cómo queremos influir.
- No es igual para cada uno, cada ser es único por lo que cada niño se adaptará a su ritmo, no sirven las comparaciones, ni existe un mismo plan que ayude a todos. Un niño que no llora no tiene porqué ser un niño adaptado y feliz, puede ser simplemente un niño resignado y ese NO es nuestro objetivo.
- No es un momento en que las emociones deban ser negadas, por lo que es importante el apoyo y la comprensión. Tampoco es ideal sobreprotegerlo.
- No es una etapa para adivinar las costumbres y necesidades del niño, por lo que todo dato es importante, si hay colecho, si el niño mama a demanda... Juntos somos más fuertes. Es importante cuidar la comunicación no verbal, que es la que el niño más entiende.
Nuestros consejos básicos:
* No tener prisa para que el niño alcance nuestros objetivos.
* Actuar tranquilos y felices. Las sonrisas son contagiosas.
* Trabajar conjuntamente con la escuela
* Hablar siempre en positivo de la escuela.
* No engañarle en la despedida, ni alargarla si el niño está ansioso.
Hola soy la mamá de Luis.
ResponderEliminarla psicóloga me ha recomendado este libro. Me an dicho que es el mejor para acostumbrar al nene a que se acueste en su cama.
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¿Lo tenemos aquí en la escuela?
Gracias